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"Un pequeño paso para un hombre,

un gran salto para la humanidad"

 

- Neil Armstrong -

 

 

LA LUNA

 


Etimológicamente proviene de una forma antigua del latín ‘lux, lucis’, ‘lucere ‘, brillar, lucir, y ésta del griego ‘leukos’, blanco brillante. Desde el principio de los tiempos la Luna sorprendió al hombre por su gran tamaño, sus ciclos orbitales y sus fases. Fue uno de los dos cuerpos más importantes junto con el Sol y su periodicidad sirvió como calendario en muchas culturas.


La Luna es el satélite natural de la Tierra. Es un cuerpo del tipo terrestre relativamente grande: con un diámetro de alrededor de la cuarta parte del de la Tierra, es la luna más grande del Sistema Solar en relación al tamaño de su planeta, a pesar de que Caronte es mayor en relación con el planeta enano Plutón. Los satélites naturales que orbitan los demás planetas se denominan “lunas” en referencia a la Luna de la Tierra.


La Luna es uno de los cuerpos más grandes del Sistema Solar. Su órbita es casi circular y el plano de su órbita está inclinado 5 grados respecto del plano de la órbita de la Tierra. 


La distancia media entre el centro de la Tierra y la Luna es de 384.400 km.


Su periodo de rotación alrededor de la Tierra es de 27.322 días. El cambio de la posición con respecto del Sol da lugar a las fases de la Luna. 


Presenta siempre la misma cara al observador terrestre debido al efecto de las fuerzas de las mareas de la Tierra sobre la Luna. Esto significa que coincide el periodo de rotación de la Luna alrededor de su eje con el tiempo que tarda en completar una órbita alrededor de la Tierra.


La antigua Unión Soviética envió por primera vez una nave automática que se posó en la superficie de la Luna en el año 1959.


El 20 de Julio de 1969, en la misión Apolo 11, Neil Armstrong, acompañado de Edwin Aldrin, fueron los primeros hombres que caminaron sobre la superficie de la Luna. 


La última visita de los astronautas a la Luna fue en el año 1972. El Apolo 17 despegó un 7 de diciembre de 1972 siendo ésta la última misión de alunizaje. Esta misión fue la de mayor permanencia sobre la Luna, un total de 75 horas.


El origen de la Luna resulta incierto dado el debate entre teorías:


  • Que se formó al mismo tiempo que la Tierra con el material procedente de una nebulosa.
  • Que un cuerpo celeste se dividió en dos partes dando origen a la Tierra y a la Luna.
  • Que la Luna se formó en otro lugar y fue capturada por la Tierra.
  • Que la Tierra colisionó con un objeto celeste de gran tamaño y que la Luna se formó con el material expulsado de esta colisión.


La última teoría pareció ser la más aceptada por la comunidad científica. El origen de la Luna ha sido objeto de especulación científica desde que Galileo, en 1609, descubre que es un cuerpo rocoso, como lo es la Tierra.


Poco antes de los aterrizajes lunares de las misiones Apolo había tres teorías diferentes sobre su origen:


  • La teoría de fisión, propuesta por George Darwin, hijo de Charles Darwin, que postula que la Luna se formó mediante un proceso de fisión de una Tierra en formación. A diferencia de la siguiente, ésta se apoya en el parecido existente entre la geología lunar y la terrestre. Señalaba que un planeta Tierra incipiente giraba rápidamente sobre su propio eje y despedía fragmentos de su masa al espacio. Estos pedazos podrían haberse unido para formar la Luna.
  • La teoría de la captura propugnaba que la Luna se formó en otro lugar del sistema solar y después fue capturada por la gravedad de nuestro planeta.
  • La teoría de la co-acreción o "doble planeta" defendía que la Tierra y la Luna sencillamente se formaron y crecieron juntas a partir de un enjambre de pequeños ‘planetesimales’. De acuerdo con ésta interpretación, el asteroide habría impactado con la Tierra y se habría gestado el famoso magma. El choque aumentó la temperatura y el núcleo planetario conformado por magma se habría gestado hasta expandirse notablemente. En esa versión, una vez que el asteroide Theia, nombre con el que se le bautizó (en la mitología griega es la madre de la Luna), impactó contra la Tierra, la temperatura subió a los 10.000 grados centígrados, generando un océano de magma hirviente que explicaría el tamaño inusual del núcleo metálico del planeta. Mientras tanto en el espacio los trozos expulsados del choque comenzarían a fusionarse, con su propio núcleo metálico.


Si bien no hay demasiadas pruebas para dar el visto definitivo a esta teoría, los expertos que apuestan a esta explicación indican que de no haber ocurrido un encontronazo entre ambos cuerpos, no existiría una Luna para nuestra Tierra. Pero lo cierto resultó, al ser confrontadas con las rocas lunares traídas por los Apolo, que ninguna de ellas pudo ser confirmada.


Todas las observaciones mostraban una ausencia casi total de núcleo de hierro lunar, que sus rocas eran bastante similares al manto terrestre, pero las rocas lunares estaban ligeramente enriquecidas con elementos refractarios y fuertemente desprovistas de volátiles.


En 1984, William K. Hartmann elaboró la teoría sobre el origen lunar que se enmarcaba en un ambiente violento que existía en los inicios del sistema solar hace 4.500 millones de años, más de lo que se había creido inicialmente.


En lugar de producirse un proceso de acreción de ‘planetesimales’ de unos 10 km de diámetro directamente para formar los cuatro planetas interiores, se advirtió que la acreción de materia formaría planetas embrionarios con un amplio abanico de tamaños en órbitas cercanas.


Las etapas finales de la formación planetaria suponen impactos de cuerpos gigantes, en la que cuerpos de tamaños similares chocaron unos con otros a altas velocidades. El caos de esta era explica las extrañas inclinaciones orbitales, excentricidades y los períodos de rotación y direcciones de los ejes orbitales que hoy se observan en los planetas interiores.


Un impacto gigante aporta las circunstancias adecuadas para que surjan cuerpos dey con la peculiar composición química de la Luna. El vapor surgido en los puntos de contacto entre la ‘prototierra’ y el ‘protoplaneta impactador’ consistiría predominantemente en material de los mantos de ambos objetos y debería excluir material metálico del núcleo.


Al condensarse en el espacio la nube de rocas vaporizadas incorporaría preferentemente elementos refractarios, mientras que los elementos volátiles se condensarían con lentitud y por tanto se perderían en su mayor parte.


La gran cantidad de momento angular que proporcionaría el proyectil sería adquirida principalmente por los desechos en órbita, aunque la ‘prototierra’ también aceleraría su giro. Analizando el momento angular que tiene actualmente el sistema Tierra-Luna debió haber tenido una masa comparable a la del planeta Marte.


Este resulta ser el actual modelo consensuado sobre la formación de la Luna, la teoría del gran impacto, que postula que la Luna se creó cuando un objeto del tamaño de Marte, con cerca del 10% de la masa de la Tierra, impactó tangencialmente contra ésta. En este modelo como ha quedado señalado, parte de la masa de este cuerpo podría haberse fusionado con la Tierra, mientras otra parte habría sido expulsada al espacio, proporcionando suficiente material en órbita como para desencadenar  nuevamente un proceso de aglutinamiento por fuerzas gravitatorias, formando así la Luna.


Explica la relativa escasez de hierro y elementos volátiles en la Luna, y el hecho de que su composición sea casi idéntica a la de la corteza terrestre. En la Luna claramente se comprueba el llamado ‘bombardeo intenso tardío’, que fue común a casi todos los planetas y satélites, creando en algunos de ellos abruptas e impactadas superficies.


La atracción gravitatoria entre la Tierra y la Luna causa las mareas en la Tierra. El mismo efecto en la Luna ha dado lugar a su ‘acoplamiento de marea’, lo que significa que su período de rotación es idéntico a su periodo de traslación alrededor de la Tierra. A medida que la Luna orbita la Tierra, diferentes partes de su cara son iluminadas por el Sol, dando lugar a las fases lunares. La parte oscura de la cara está separada de la parte iluminada del terminador solar.


Debido a la interacción de las mareas, la Luna se aleja de la Tierra a una velocidad de aproximadamente 38 mm al año. Acumuladas durante millones de años, estas pequeñas modificaciones, así como el alargamiento del día terrestre en alrededor de 23 microsegundos, han producido cambios significativos.


Durante el período devónico, hace unos 410 millones de años, por ejemplo, un año tenía 400 días, cada uno con una duración de 21.8 horas.



Otros datos

 

La Luna tiene uno de los ambientes térmicos más extremos del Sistema Solar. 

 

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La sonda del orbitador de reconocimiento lunar ha medido el interior de cráteres lunares que están permanentemente en la sombra, descubriendo que a mediados de invierno las temperaturas de la superficie dentro de los cráteres más fríos en la región del polo norte pueden caer hasta -249º C.


Durante el mediodía, las temperaturas pueden subir a cerca de 127º C, en el ecuador, pero los polos durante la noche pueden ser muy fríos.


La Luna tiene cuatro estaciones, pero no demasiado marcadas. La inclinación del eje lunar es de 1,54 grados y en la mayoría de sus regiones esto no provoca ninguna diferencia, pero en los polos esto ocasiona un pequeño cambio de tres grados en la elevación del Sol en el horizonte durante el curso de un año.


Los cálculos sugieren que para encontrar regiones tan frías como éstas, se tendría que viajar a lugares más lejanos del ‘Cinturón de Kuiper’, pasando la órbita de Neptuno.


Como algo puede ser tan frío es eliminando todas las posibles fuentes de calor. En estos cráteres de los polos lunares no se recibe ninguna luz directa del Sol y los lugares más fríos ni siquiera reciben luz solar de forma indirecta. A estas áreas sólo llega la poca radiación que es diseminada desde acantilados distantes.


Este hallazgo ha dado la evidencia que apoya la teoría de que algunos cráteres en la Luna podrían albergar hielo durante largos períodos y sustancias volátiles que requieren ser almacenadas a temperaturas incluso más frías.


Investigadores siguen analizando por todos los medios a disposición las teorías para intentar dar la respuesta unívoca y definitiva, por ejemplo con las posibilidades para explicar la ausencia de rastros de isótopos de titanio de Theia en la Luna. Una de ellas es que, aunque el Titanio es muy resistente, podría haberse evaporado. Poco probable porque en un impacto de tal magnitud se comparten grandes cantidades de material.


Es sabido por todo lo señalado que su descubrimiento ha resuelto un enigma pero el origen de la eterna compañera de la Tierra continúa siendo un misterio.



La exploración del espacio


La Astronáutica es la ciencia de los viajes espaciales, sean tripulados o no. Es una ciencia interdisciplinaria que se apoya en conocimientos de otros campos, Física, Astronomía, Matemáticas, Química, Biología, Medicina, Electrónica y Meteorología.


La 'exploración espacial' designa los esfuerzos del hombre por conocer el espacio y sus astros, desde un punto de vista científico, junto con su explotación económica. 


La humanidad ha soñado con viajes espaciales miles de años antes de que éstos empezaran a llevarse a cabo. En los textos babilónicos, alrededor del año 4000 a.c., ya hay referencias a tal idea. Dédalo e Ícaro, mitos griegos, representan el deseo universal de volar.


A principios del siglo XVII, el astrónomo alemán Johannes Kepler escribió una sátira científica sobre un viaje a la Luna. El filósofo francés Voltaire cuenta en su obra Micromegas, 1752, los viajes de unos habitantes de Sirio y Saturno. En 1865, el escritor francés Julio Verne describe un viaje espacial en ‘De la Tierra a la Luna’.


En el siglo XX, el inglés H. G. Wells, que en 1898 publicó 'La guerra de los mundos' y 'Los primeros hombres en la Luna'.


En fecha reciente la ciencia ficción desarrollado verdaderos mitos en torno a los vuelos espaciales. La tecnología necesaria para la exploración espacial estuvo disponible con la construcción de los primeros cohetes, aparatos que permiten poner en órbita satélites artificiales para el estudio de la Tierra como del espacio exterior.


Desde que los antiguos chinos inventaron la pólvora, se hacen experimentos con cohetes. La primera noticia que se tiene de su uso es del año 1232, en China. Aunque fueron los pioneros en su concepción científicos de diferentes países, Pedro Paulet (Perú), Robert Hutchings Goddard (EE.UU.), Konstantin Tsiolkovsky (Rusia) y Hermann Oberth (Alemania).


Los viajes espaciales se programan para evitar los intensos cinturones de radiación que rodean la Tierra. En los futuros viajes interplanetarios serán necesarias fuertes medidas de protección frente a las tormentas de radiación solar, vista la evolución del Sistema Solar.


Durante la década de 1960, la NASA, Nacional Aeronautics and Space Administration, había proyectado vehículos espaciales reusables para reemplazar los sistemas de uso único como el Proyecto Mercury, el Gemini y el Programa Apolo. Terminaron trabajando junto con las Fuerzas Aéreas uniendo ingenierías e ideas.


La siguiente visión de la NASA fue la de un programa ambicioso que contemplaba el desarrollo de una enorme estación espacial que se lanzara con grandes cohetes, y que fuera mantenida por un "transbordador espacial" reutilizable que pudiera dar servicio a una colonia lunar permanente y que eventualmente pudiera transportar personas a Marte.


La realidad no lo permitió y descartó la misión a Marte, pero la estación espacial como el transbordador se mantienen. El sistema de Transbordador espacial de la NASA es la primera nave espacial reutilizable y la primera capaz de poner satélites en órbita, en una órbita baja, y traerlos de vuelta a la superficie. Cada transbordador tiene una vida útil proyectada de 100 lanzamientos. Fue diseñado para ser el sistema bandera de exploración espacial tripulada de EE.UU. y para hacer realidad el sueño de construir y mantener una estación espacial, de hecho el conjunto de transbordadores espaciales, junto con vehículos soviéticos, ha transportado las partes de la Estación Espacial Internacional y llevado suministros.


El primer orbitador completamente funcional fue el Columbia, construido en California, y enviado al Centro Espacial Kennedy el 25 de marzo de 1979, con dos tripulantes en su primer viaje, el 12 de abril de 1981. En Julio de 1982 llegó el Challenger. En Noviembre de 1983 el Discovery, y Atlantis en Abril de 1985.


La segunda parte del proyecto, la llamada Estación Espacial Libertad, anunciada en 1984, se convirtió, con modificaciones, en la Estación Espacial Internacional.


En 1986 el Challenger explotó 83 segundos después de su lanzamiento, y la tripulación perdió la vida. Lo reemplaza el Endeavour, en Mayo de 1991.


Retomando el vehículo espacial, hay que decir que los ‘cohetes espaciales’ son máquinas que utilizan un motor de combustión que produce la energía cinética necesaria para la expansión de los gases que son lanzados a través de un tubo propulsor, propulsión a reacción. Por extensión el vehículo que presenta motor de propulsión de este tipo es denominado ‘cohete’ o ‘misil’. Normalmente, su objetivo es enviar artefactos, satélites artificiales y sondas, o naves espaciales y hombres al espacio.


Un cohete está formado por una estructura, un motor de propulsión a reacción y una carga útil. La estructura sirve para proteger los tanques de propelente y oxidante y la carga útil.


Los alemanes desarrollaron durante la Segunda Guerra Mundial los cohetes V-1 y V-2, que fueron la base para las investigaciones sobre cohetes de los EE.UU y de la URSS en la posguerra. Inicialmente desarrollaron cohetes específicamente destinados para uso militar, si bien los programas espaciales que los estadounidenses y los rusos pusieron en marcha se basaron en cohetes proyectados con finalidades propias ya para la Astronáutica.


Otros países que han construido cohetes, en el marco de un programa espacial propio, son Francia, Gran Bretaña, Japón, China, Argentina, Brasil y la India, así como el consorcio europeo que constituyó la Agencia Espacial Europea (ESA), que ha construido y explotado el cohete lanzador ‘Ariane’.


Un motor revolucionario, que puede hacer avanzar la tecnología astronáutica, es el motor Scramjet, capaz de alcanzar velocidades hipersónicas de hasta 15 veces la velocidad del sonido. No posee partes móviles y obtiene la compresión necesaria para la combustión por el aire que entra de frente, impulsado por la propia velocidad del vehículo en el aire. 


Otra posibilidad de adelanto en la tecnología de motores de cohetes es el uso de propulsión nuclear, en que un reactor nuclear calienta un gas produciendo un chorro que se usa para producir empuje. O la idea de construir un cohete en forma de vela, impulsado por la presión de radiación solar, permitiría viajes interplanetarios a distancias mayores.



El Programa Apolo


El Programa Apolo comenzó en julio de 1960 cuando la NASA anunció un proyecto que tenía como objetivo el sobrevuelo de astronautas alrededor de nuestro satélite, destinadas a localizar una zona de alunizaje para conseguir un vuelo a la Luna. Los planes iniciales se vieron modificados con el anuncio de John F. Kennedy de enviar un hombre a la Luna y regresarlo antes de que finalizara la década.


El módulo lunar Apolo fue la primera nave diseñada para volar en el vacío sin ninguna capacidad aerodinámica. El módulo estaba unido al módulo de comando y el módulo de servicio, y se separaba de éstos en la órbita lunar para emprender su descenso a la Luna con dos astronautas a bordo. Tenía unas patas tan débiles que no podían cargar el peso del módulo en gravedad terrestre. Al final de su estadía en la superficie, la etapa superior del módulo lunar despegaba para volver a unirse a los dos módulos en órbita lunar.


La forma del módulo de mando era distinta de las cápsulas Mercury y Gemini, el módulo de comando Apolo tenía espacio para una tripulación de 3 astronautas y estaba fijado al módulo de servicio que proveía de abastecimiento y contenía el motor del Sistema de Propulsión de Servicio que ubicaba a la nave dentro y fuera de la órbita lunar.


Apolo fue uno de los triunfos más importantes de la tecnología moderna. Seis misiones lograron posarse sobre la superficie lunar con un sólo fallo: la misión Apolo 13 no pudo concretar su meta por la explosión del tanque de oxígeno líquido del módulo de servicio, pero la tripulación regresó a salvo. Antes de esto se probaron los sistemas de vuelo en varios lanzamientos automáticos, y solamente hubo dos pruebas tripuladas del sistema Apolo en órbita terrestre y dos misiones orbitales a la Luna. 


Otra de las novedades de este programa fue la implementación de un sistema de encuentro y acople con otra nave en órbita lunar, tal sistema se lo conoció como Lunar Orbit Rendezvous, ideado por John C. Houbolt, un ingeniero espacial de la NASA. A pesar de la peligrosidad que implicaba su uso, el LOR permitió a la NASA reemplazar el descomunal cohete NOVA planeado para este tipo de misiones lo cual llevó a un significativo ahorro de dinero.


Para que las naves Apolo llegaran a su destino fue necesario la construcción del cohete Saturn 5, el más grande construido por la NASA que medía 110,64 m de altura. El Saturn 5 lleno de combustible pesaba unas 2700 t al despegue. El vehículo tenía tres etapas: S-IC, S-II y S-IVB. La última etapa se quemaba para enviar a la nave Apolo fuera de la órbita terrestre y ubicarla en camino a la Luna. El diseño del Saturn 5 estuvo a cargo del científico alemán Werner von Braun y su equipo.


El Saturn 5 utilizaba RP-1, Petróleo Refinado, que era una combinación de oxígeno y queroseno. Este combustible era quemado por la etapa S-IC que con la ayuda de cinco motores F-1 y proveía del impulso necesario para alcanzar la velocidad de escape, 11,2 km/s. Las últimas dos etapas, la S-II y la S-IVB, utilizaban una combinación de oxígeno líquido e hidrógeno líquido que eran quemados por seis motores J-2.


‘Apolo 11’ es el nombre de la misión espacial que los Estados Unidos enviaron al espacio el 16 de julio de 1969. Fue la primera misión tripulada en llegar a la superficie de la Luna, impulsado por un cohete Saturno V, desde la plataforma LC 39A; lanzado a las 10:32 hora local del complejo de Cabo Kennedy, en Florida, oficialmente se conoció como AS-506.


La meta de llegar a la luna se alcanzó cuando el 20 de julio de 1969 Neil Armstrong y Edwin Buzz Aldrin a bordo de la Apolo 11 alunizaron en el Mar de la Tranquilidad de la Luna.


En diciembre de 1972,  el Programa Apolo finalizaba. Durante su duración se lograron importantes avances en la Astronáutica y el conocimiento de la Geología lunar. 


Las tres últimas misiones fueron mucho más sofisticadas que las primeras, en gran parte porque los astronautas llevaron el rover lunar LRV que les permitió desplazarse varios kilómetros del lugar de aterrizaje.


En la misión Apolo 11 Armstrong y Aldrin solamente estuvieron 2 horas y media caminando sobre la superficie, mientras que en la Apolo 17 las caminatas llegaron a un total de 22 h.


La misión del Apolo 17 fue la primera en incluir a un científico, el geólogo Harrison Schmitt. Las tripulaciones estaban compuestas mayoritariamente por militares.


La Luna es el único cuerpo celeste en el que el hombre ha realizado un descenso tripulado. El programa Luna de la Unión Soviética fue el primero en alcanzar la Luna con una nave espacial no tripulada, pero es el programa Apolo de Estados Unidos el que consiguió las únicas misiones tripuladas hasta la fecha, comenzando con la primera órbita lunar tripulada por el Apolo 8 en 1968, y seis alunizajes tripulados entre 1969 y 1972, siendo el primero el Apolo 11 en 1969.


La importancia de estas misiones deviene de su regreso con más de 380 kg de roca lunar que han permitido alcanzar una detallada comprensión geológica de los orígenes de la Luna, la formación de su estructura interna y su posterior historia.


Desde la misión del Apolo 17 en 1972, ha sido visitada únicamente por sondas espaciales no tripuladas, en particular por los astromóviles soviéticos Lunojod.


Desde 2004, Japón, China, India, Estados Unidos, y la Agencia Espacial Europea han enviado orbitadores que han confirmado el descubrimiento de agua helada fijada al regolito lunar en cráteres que se encuentran en la zona de sombra permanente y están ubicados en los polos.


La Luna se mantiene, bajo el tratado del espacio exterior, libre para la exploración de cualquier nación con fines pacíficos.



El Hubble


El Telescopio Espacial Hubble ha sido uno de los proyectos que más han contribuido al descubrimiento espacial y al desarrollo tecnológico de toda la Historia Universal. Fue puesto en órbita el 24 de abril de 1990 como un proyecto conjunto de la NASA y de la ESA inaugurando el programa de Grandes Observatorios.


Es un telescopio robótico localizado en los bordes exteriores de la atmósfera, en órbita circular alrededor de la Tierra a 593 km sobre el nivel del mar, con un periodo orbital entre 96 y 97 min. Tiene una masa en torno a 11 toneladas, de forma cilíndrica con una longitud de 13,2 m y un diámetro máximo de 4,2 m. Puede obtener imágenes con una resolución óptica mayor de 0,1 segundos de arco.


La ventaja de disponer de un telescopio más allá de la atmósfera radica, principalmente, en que se pueden eliminar los efectos de la turbulencia atmosférica, siendo posible alcanzar el límite de difracción como resolución óptica del instrumento.


La cámara más sofisticada del telescopio espacial Hubble ha creado una imagen mosaico de un gran pedazo del cielo, que incluye al menos 10 000 galaxias, con el telescopio espacial Hubble se han observado aproximadamente un millón de objetos. En comparación, el ojo humano tan sólo puede ver unas 6.000 estrellas a simple vista, unas 500 000 fotografías, ocupan 1420 discos ópticos de 6,66 GB, tiene un índice con la posición detallada de 15 millones de estrellas, en el Hubble Guide Star Catalogue, que le permite apuntar con gran precisión a sus objetivos, ha dado la vuelta a la Tierra cada 97 min, viajando casi 3000 millones de km, siendo capaz de apuntar a un astro con enorme precisión.



Exploración espacial


La alianza de Estados Unidos, Rusia y la Union Europea, permite finalizar la construccion de la Estacion Espacial Internacional a mediados de la presente década. Además de las ventajas de desarrollo e investigación que presenta la ISS, será el salto para retornar a la Luna.


El regreso a la Luna no será similar al del Apolo. Los propósitos serán instalar una base permanente en la superficie lunar. Un punto a favor de esto son las evidencias de existencia de agua, aunque en pequeñas cantidades, en los lechos de cráteres polares. Esto permitirá planear los futuros viajes al planeta Marte.


En forma inmediata, Stardust se encontrara en el 2004 con el Cometa Wild 2 y tendremos por primera vez contacto con el material del nucleo de un cometa. El mismo año, Cassini se insertara en orbita de Saturno mientras la sonda Huygens llegara al suelo de su satelite Titan.


Marte merece un parrafo especial. Las expectativas por la existencia de agua en el subsuelo marciano, estimularan el envio de muchas sondas automaticas de las cuales algunas habran incluso de perforar a cierta profundidad en regiones previamente seleccionadas.


Despues del encuentro de NEAR-Shoemaker con Eros, podra avanzar el proyecto de enviar un pequeño vehiculo a recorres la superficie de otro asteroide. Por otra parte, la presion de varios grupos de astronomos, propiciara el revivir el proyecto de enviar el Expreso a Pluton en los proximos años.


China se incorporará al selecto grupo de paises que envian astronautas a la órbita terrestre.



Satélites


El 4 de octubre de 1957 fué lanzado Sputnik 1 por la Unión Soviética, fue el primer satélite artificial de la historia, obtuvo información perteneciente a la densidad de las capas altas de la atmósfera y la propagación de ondas de radio en la ionosfera, las emisiones se realizaron en grupos alternativos de 0,3 s de duración.


El envío a Tierra de la telemetría incluía datos de temperatura dentro y sobre la superficie de la esfera, orbitó a una distancia de entre 938 km en su apogeo y 214 km, en su perigeo, el análisis de las señales de radio se usó para obtener información sobre la concentración de los electrones en la ionosfera. La temperatura y la presión se codificaron en la duración de los pitidos de radio que emitía, indicando que el satélite no había sido perforado por un meteorito, sus transmisores funcionaron durante tres semanas, hasta que fallaron las baterías químicas de a bordo.


El primer lanzamiento satélite por Estados Unidos Americanos fue lanzando satisfactoriamente el Explorer 1 el 31 de enero de 1958. Éste fue considerado el principio de la carrera espacial.


El 3 de noviembre de 1957 la perra Laika fue el primer animal vivo en orbitar la Tierra, lo hizo a bordo de la nave soviética Sputnik 2,, un mes después de que el satélite Sputnik 1 fuera puesto en órbita, Laika murió entre cinco y siete horas después del lanzamiento, bastante antes de lo planeado, la causa de su muerte fue, probablemente una combinación del estrés sufrido y el sobrecalentamiento que, tal vez, fue ocasionado por un desperfecto del sistema de control térmico de la nave, su experiencia demostró que es posible que un organismo soporte las condiciones de microgravedad, abriendo camino así a la participación humana en vuelos espaciales, tras Laika, la URSS enviaría al espacio 12 perros de los cuales 5 llegarían vivos de vuelta a tierra.


Muchos adelantos científicos y técnicos son los que nos abren nuevas ventanas al estudio del espacio, tenemos poderosos telescopios terrestres y orbitales, sondas interplanetarias llegan a los confines del sistema solar y robots se encuentran en la superficie de otros planetas como Marte, aumentando la perspectiva del hombre sobre su entorno astronómico.


Los primeros turistas espaciales pagaron millones de dólares por viajar al espacio, ya superado y en el año 2009 explota el turismo espacial con un considerable abaratamiento de los ‘billetes al espacio’.


El proyecto para la segunda década siglo XXI es establecer una base lunar permanente, y de ahí pasar a habitar Marte. La NASA estudia establecer una pequeña colonia de astronautas en el polo sur de la Luna hacia el año 2020, primera etapa de un ambicioso programa de exploración humana del Sistema Solar.

 





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