En el año 570 d.C. nació en la Meca Mahoma. Huérfano a temprana edad, Mahoma trabajó de joven en una empresa de caravanas que le pertenecía a una rica viuda llamada Jadicha, con la que luego se casó.
Reflexivo y buen conocedor del judaísmo y del cristianismo, Mahoma comenzó a predicar a partir del año 610, una nueva religión. Esta religión reconocía la existencia de un único dios: Alá.
En un principio, los habitantes de la Meca estuvieron en contra de la doctrina de Mahoma. Por eso, el año 622 lo obligaron a huir a la ciudad de Yatrib, que luego se llamó Medina. A esta huida se le conoce como la Hégira y con ella se inició la era islámica: los años árabes se cuentan a partir de esa fecha.
Poco tiempo después, Mahoma reclutó un ejercito y conquistó la Meca (año 630). Entonces, la mayor parte de los ciudadanos abrazaron el islamismo. Dos años más tarde Mahoma murió; sin embargo, toda Arabia quedó unida por su doctrina.
La doctrina predicada por Mahoma es el Islam, que en árabe quiere decir sumisión a Dios, y sus seguidores se llaman musulmanes. El Islam es una doctrina sencilla, cuyo dogma principal es la fe en un solo Dios, del que Mahoma es su profeta. En el libro sagrado de los musulmanes, el Corán, se establecieron los preceptos básicos de esta religión:
La limosna al hermano necesitado.
La oración, que debe hacerse cinco veces al día.
El ayuno durante el mes del Ramadán.
La peregrinación a la Meca, al menos una vez en la vida.
La Guerra Santa contra el infiel, para defender el Islam.